sábado, 22 de octubre de 2011

PARADA Y FONDA

PARADA Y FONDA

Días que se empeñan en no acabar,
años que pasan con prisa
y van llenando la alcancía.
Sin percibirlo
hace tiempo que caminas de vuelta
Y echas cuentas…
Y aciertas a comprender que alguna moneda
se coló por la rendija de la estupidez,
la perdiste entre los zarzales del destino.
Miras en cambio otras que encontraste,
que rodaron hasta ti,
ya no recuerdas dónde ni cuándo,
o no interesa saberlo,
y las vuelves a guardar en el bolsillo del olvido.
Quién sabe, podrían hacer falta.

El tiempo se ha limpiado los pies
en el felpudo de tu cara.
El tiempo va soltando algún caramelo
con que endulzar tus recuerdos.
Sin plano, sin instrucción, sin dirección aparente.
Y te haces preguntas.
Y hay veces que las contestas.
Eso es lo malo, que las contestas,
y no siempre te gusta lo que dices,
ni mucho menos lo que oyes.

Y terminas haciendo parada y fonda.
Y te preguntas qué pedir.
Y miras la carta y te das cuenta
de que lo más caro es la felicidad,
por eso la sirven en pizcas.
Pediría cuarto y mitad para tener medio kilo,
ya veré cómo lo pago.

Miedos no,
que de miedos estoy servido.
Ya me cansé de que me comieran
la oreja tantas noches,
y se me rieran tantos días.
Los envolví en bilis y los guardé bien hondo
para que no me molesten demasiado.

La sala está llena de caminantes.
Unos corren y juegan llenos de energía
sin pensar ni siquiera en comer,
se alimentan de su traje recién
estrenado a plato lleno.
Otros tragan con ansia sin masticar,
no teniendo boca para tanto.
No habrá sales para tantos gases.
Hay uno de suelas gastadas
mirando fijo el plato,
sin saber muy bien qué ha comido.
La insatisfacción será su santa compaña.
Otro como él
alarga orgulloso la sobremesa,
luciendo barriga oronda
después de un gran banquete.
Ahora mira con calma al resto
esperando la hora de su siesta.

Y yo…
Yo pediré el menú degustación,
largo y sabroso,
a ver qué me sirven,
y seguiré camino.





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Javi
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Derechos registrados.

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