viernes, 5 de agosto de 2011

ARRIBA, ABAJO

Floto a la deriva cual tarugo seco
mientras la espuma acaricia mi cuerpo.
Floto a la deriva y gaviotas blancas
rompen el azul del cielo.

Arriba, abajo.
Arriba, abajo.

Suave vaivén del agua que
me susurra sus secretos.
Las sirenas hoy no cantan,
y escucho el silencio.
Cierro los ojos y me dejo llevar.
Necesito sentir la muda soledad
por tan sólo un instante.
Reencontrar el mundo, y la paz.
Y llenar mis tinajas de sueños.
Sueños despiertos.
De ojos grandes y vivos;
que abrazan, que envuelven.

Arriba, abajo.
Arriba, abajo.

Mecido veo el sol humillar.
La luna tímida asoma un ojo.
Las aguas oscurecen y besan al
cielo en un rincón allá a lo lejos.
Las estrellas se encienden sin prisa.
El viento se va por no molestar.
Sábanas de burbujas me abrigan.
Y entonces,
por fin…

Arriba, abajo.
Arriba…abajo.




Tu comentario siempre es bienvenido.

1 comentario:

Europa Prima dijo...

la vida a veces es una enloquecida y vertiginosa montaña rusa, otras en una amable cuna meciendo sueños y vivencias gratas, pero siempre en movimiento, arriba, abajo... un buen poema que me hizo pensar un rato, un abrazo Javier.