que tiran de mí hacia la luz.
Aquí está oscuro, la negrura me come por dentro;
me deja hueco, vacío, nada soy.
Mi cara plagada de heridas abiertas
refleja mi ansia por atravesar el cristal.
Embriagarme con tu luz cegadora,
estar a tu lado, mi meta final.
Pero, me estampo, y me estampo
y no consigo más que amargor
por verte ahí y no tenerte.
Por sentir tu esquiva presencia
que se place en no darme lo que busco.
El vidrio se vuelve opaco.
Tan sólo mi siniestro reflejo.
La desazón que quema.
Ardo, tiemblo…
y en eso me quedo.
En quereres ciegos,
En mariposas que morirán sin parir.
Siento que reviento y no logro vomitar.
No consigo agrietar el cristal.
No alcanzo a que salgan las palabras
de este capullo de sueños,
que serán devorados por sus propios gusanos.
Tu comentario siempre es bienvenido.
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1 comentario:
Demoledor... Me encantó.
Cariños *.*
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