martes, 12 de julio de 2011

YO NO TE BUSQUÉ


Ramera que te entregas por mieles.
Dulzor cortés que envenena,
que enrabia,
que ata voluntades.
Abrazo consentido,
cumplidos fingidos
que atrapan entrañas.
Revuelves existires con tu presencia.
Devuélveme a mi estado:
Ignorar la ignorancia.
Sin necesidad de decires,
sin contares…
sin soñares.
Sueños que nunca hubo.
Sueños que jamás soñé.

Ramera que llenas vacíos,
que de vacíos llenas.
Cuando solos estamos…
cuando te comparto.
Yo no te pedí.
Yo no te esperaba.
Ni siquiera te soñé.

¿Qué hacer contigo ahora?
Si resaltas carencias.
Si carencias me entregas.
Si recuerdas olvidos…
Si olvidos recuerdas.
Si tu visita agita mi vida.
Sal de mí,
o enséñame el camino.

Ramera de decires.
Ramera de contares.
Ramera de soñares…




Tu comentario siempre es bienvenido.

1 comentario:

Miguel Nicolás D'Alio dijo...

La nada no buscada, se transformó en el todo. Muy bello poema.